Lumaltok, rock místico …
por: Rocío Alavez Zamorano
fotos: Bryan Felipe
La cualidad mayor de la banda chiapaneca de rock Tzotzil Lumaltok (niebla) no está en la correcta ejecución de sus instrumentos musicales, sino en los sonidos que producen con ellos y que llevan al público que los oye y ve, hacia un viaje místico por los Altos de Chiapas, sin moverse del asiento. Un viaje que inició en Zinacantán, su lugar de origen, hace siete años y que se extiende cada vez más a otros horizontes.
Así que aprovechando su pasada visita a la Ciudad de México como parte de la promoción de Vukub Ja Vil Ta Lumaltok (Siete años entre la neblina), su tercer disco recopilatorio, y en el cual hicieron nuevos arreglos, nos acercamos a Juan Diego Pérez Pérez (segunda guitarra), Sergio Omar Pérez Méndez Checko (bajista), Antonio Moisés Pérez Pérez (baterista) y José Julián Hernández Gómez Zanate (vocalista y primera guitarra), para conocer más de su propuesta musical.
Al respecto, Sergio Omar Pérez dice que para escribir y tocar, se inspiran en todo lo cotidiano, desde una salida con los amigos hasta en cosas como la discriminación o los niños de la calle, que son cosas globales y que no solo le incuben a nuestro pueblo, y tratamos de ser siempre directos al escribir.
“La mayor parte de las canciones las escribimos el vocalista y yo, pero tenemos un proceso democrático al elegir los acordes, las progresiones o al hacer los títulos, si alguien dice que no va, no va. Y como nos conocemos desde niños, tenemos una buena relación respecto a eso, a veces peleamos, pero todo se soluciona, son broncas para mejorar”.
Respecto de las influencias musicales, los de Lumaltok comparten el gusto por bandas variadas y frenéticas como las estadunidenses Nirvana, Chicago, The Doors; las mexicanas Tex Tex, El Haragán, Real de Catorce, El Tri y Pacheco Blues (desconocidos en Chipas), o las británicas Iron Maiden, Deep Purple y Black Sabbath, pero sin clavarse en un género.
¿Por qué decidieron formar una banda?
El elegido para respondernos es Juan Diego Pérez Pérez, segunda guitarra: Yo entré después, pero la idea de formar una banda fue para que no se perdiera el uso y la costumbre de hablar la lengua, de portar el traje, que no se pierda la cultura de nuestro pueblo, a través de la música se puede hacer todo”.
¿Cómo llegó el rock a sus vidas?
Juan Diego comenta que antes de la llegada del rock a su vida, el oía a algunos Tríos y rancheros en casetes o fiestas, “mis tíos viajan y transportaban flores, de esa forma me enteré que existía otra música, escuché el rock nacional. Uno de mis tío tenía una guitarra acústica, ‘véndeme tu guitarra’, ‘a cuánto la quieres’; ahorré mil pesos, confiesa sobre la primera guitarra que tocó y en la cual se refugia o saca el coraje con gusto.
¿Cómo es vivir en Zinacantán?
Checko: Es un lugar tranquilo: Es muy diferente a esta ciudad, todo lo que nos pasa acá es nuevo, no nada parecido allá, aquí mucha gente está casi siempre enojada, allá es lo contrario, es buena cara, expresa respecto del pueblo que bebe Pox, en el cual la mayoría de la gente habla tsotsil, viste prendas textiles coloridas y tiene en la floricultura una de sus principales actividades.
¿Realizan otras actividades además de tocar en la banda?
Juan Diego: Me dedico a la floricultura cuando no tenemos tocadas y ese rollo. La música tiene competencia, hay músicos muy buenos; esperemos que con el paso del tiempo seamos músicos más internacionales
Checko: Bueno, Zanate y yo somos los únicos que nos dedicamos de lleno a la música, y teníamos un poco de esperanza en conseguir ingresos con la venta de este disco, la música es nuestra vida pero tampoco es que no estemos acostumbrados a pasar hambre. Lo dice porque en plena promoción del tercer disco, Conaculta entregó 100 de los mil discos que prometió.
Finalmente, Lumaltok celebra la buena aceptación que ha tenido en otras ciudades del país, les dicen que su música ‘está poca madre’, lo cual los enorgullece y da energía. “Al principio no teníamos fans en Zinacantán, no nos tomaban en cuenta, y hoy ya hay jóvenes y niños que nos dicen que nuestra música les gusta, porque hay nuevas generaciones que escuchan otra música
Esta entrevista se realizó durante el Estruendo Multilingüe Segundo Ciclo de Música Contemporánea Indígena en el marco del 40 aniversario del Museo Universitario del Chopo, en el cual Lumaltok ofreció un concierto en el Foro del Dinosaurio y demostró gran convocatoria y poder de convencimiento: “Tocan re chingón”, decían los asistentes.
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