El arte de hacer feliz a 10,000 personas…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
FOTOS: José Jorge Carreón
#ÚltimoActo
El pasado jueves 23 de abril se cumplió el plazo para volver a saludar a un músico y figura de la música latinoamericana: Vicentico que debutó en su etapa en solitario en uno de los escenarios más importantes del país, el Auditorio Nacional, colgando el letrero de sold out y creciendo el aforo en lo que va su cuenta (ya lo había hecho en el Lunario y Teatro Metropólitan).
El pretexto era la presentación de su de su nuevo disco, Último Acto, que ya tiene rato sonando en todos lados y claro conectar con el pasado por temas por todos conocidos con la expectativa de escuchar nuevos arreglos tal cual fue el caso, conmovedor por todos lados, el Auditorio era el lugar más feliz de la madreada, paniqueada, sucia y contaminada Ciudad de México lo cual es un hecho por subrayar, una noche de canto y baile redonda donde la gente que generó endorfinas por toneladas en el foro de Avenida Reforma.
La primera tanda correspondieron a cumplir con la promoción del disco en cuestión, a excepción de la primera: “Ya no te quiero”, que conocimos con el disco Solo un Momento; “Viento”, “Si me dejan”, “Un Diamante”, donde empezó la magia entre Vicente y su hijo Florián, “La Carta”, “El Rey del R&R”, “No te apartes de mi” con video sincronizado con la voz de su señora Valeria Bertuccelli, pura envidia de la buena al presenciar un acto de amor que ubica al argentino en otra etapa, dejando claro lo que le llena en éste momento de su vida, estar cerca de su familia.
Con el tema “Siguiendo a la Luna”, se dio la primera versión acústica de la noche, Vicentico en solitario con su guitarra, así, conectando en lo personal a pesar de estar cantando ante 10,000 personas; un momento muy especial, recordando viejos tiempos con Los Fabulosos Cadillacs.
“Algo Contigo”, acompañado por su ensamble, también muy en el tenor o modo acústico, una versión con una fuerte inclinación al jazz latino con teclado, percusiones y trío de viento.
“Culpable” una salsa extraordinaria al más puro estilo orquestal, una joya de ejecución con un fuerte sentido de pertenencia latina.
En la canción “El árbol de la plaza” Vicentico volvió a solicitar el apoyo del respetable que la coreo de principio a fin, la comunión era absoluta, momento justo para presentar el tema que describo a full su oficio, “El Cantante”, seguida de “Último Acto”, “Paisaje”, ”Esclavo de tu amor”, “Morir a tu lado”, también recibió una gran ovacion, siendo coreada y bailada de principio a fin…
Pasando “Sólo un momento”, llegó la primera amenaza de despedirse, era sólo eso, un breve preludio para la recta final, lo mejor estaba por venir…
“Las estrellas”, “Creo me enamoré”, “Basta”, sin duda mi favorito, la cadencia de Vicentico al momento de interpretar el tema que nos acerca a los que se nos adelantaron me llenaron los ojos de basuritas, esas que se aferran cuando me acuerdo de mi hermano Israel.
Y de nuevo la declaración frontal de la fiesta del viernes chiquito: “Tiburón” y “Los Caminos de la Vida”, el ensamble de músicos que acompañan a Vicentico hicieron cimbrar el inmueble con ejecución impecable, uno de los grandes momentos en lo que va del año, era difícil mantener la vista fija en un punto del escenario, la cantidad de estímulos nos superó por varios momentos.
Para el final un gran clásico: “Vasos Vacíos” también en una nueva versión más acústica de lo que estamos acostumbrados, nos enseña que no importa cuantas veces se haya cantado un tema, siempre va a tener un nuevo rostro…