El encuentro de los melómanos curiosos; NRMAL más que un festival, es una comunidad…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#NRMAL 2020
Tarde soleada, la sábado 7 de marzo en el Deportivo Lomas Altas para celebrar la vida y la música en la nueva edición del festival NRMAL que se ha caracterizado por su interesante trabajo de curaduría, mismo que lo ha logrado posicionar como una de las fiestas más esperadas de la temporada festivalera.
Con escenarios gemelos, el NRMAL 2020 dividió su talento en dos apuestas principales: una para bailar, enfocada a la escena dance y sus diferentes vertientes de la música electrónica y otra donde las estridencias de diversos subgéneros de rock lograron que el público respetable se zangoloteara todito.
Así, toco el turno a una banda de casa: Fumata, banda mexicana de rock pesado para hacerla de anfitrión, iniciando las hostilidades del escenario rocker, lo que les valió el reconocimiento del respetable, metalero y no metalero para menear las caballeras y cabezas de un público resiliente por su cualidad adaptable y por, sobre todo: educada, con ganas de conocer y no estarse haciendo los guapos y/o conocedores.
Por el mimo tenor y puntual a lo anunciado, le siguió Jackie Mendoza quien puso a bailar al público tempranero con su pop futurista que mezcla elementos de latin pop, folk y claro, electrónica que sirvieron para comenzar la fiesta sabatina en horario vespertino, gran acierto para que la comunidad NRMAL se empezara a encontrar en el Deportivo Lomas Altas.
El tercer turno al bat, fue de Belafonte Sensacional para ofrecer el acto más divertido de todo el festival, gracias a al Kame Hame Ha que manejan; fieles a su filosofía de “lo hice por el punk”, demostraron el por qué son tan queridos y respetados no solo en la escena del rock nacional, que sepa la fregada qué signifique eso, sino por su calidez arriba del escenario que logra conectar con cada uno de los que presencian uno de sus shows, que sin duda han reclamado el justo lugar que merecen en cada toquín que hacen de las suyas.
De regreso al escenario dance, tocó el turno de Mateo Kingman, compositor y performer de la amazonía ecuatoriana quien puso a bailar a la concurrencia del NRMAL en el Deportivo Lomas Altas por su aporte de música electrónica dance con un fuerte sentido de pertenencia Latinoamericano y sus innumerables subgéneros y aportes sonoros para cualquier tipo de dance floor improvisado.
Y que llega el turno de uno de los actos que nos causaban más intriga… Hablamos de la banda estadounidense de rock psicodélico originaria de Los Ángeles, California, Wand que logró tripear al público respetable amante de los diferentes resultados del rock que van del garage al psych-rock hasta llegar a la verdadera psicodelia llena de distorsiones que vuelan la cabeza de cualquiera y tronar absolutismos musicales con un show incendiario.
Con una precisión envidiable, llegó la hora de conocer el synth pop de BEA1991, que va del ensueño a lo perturbador, una manifestación futurista, llena de manifestaciones audiovisuales que pasean entre lo contemplativo a lo bailable con un dejo experimental que no te permite quitarles los ojos de encima.
Otro momento harto esperado que nos causaba curiosidad era por fin ver el acto en vivo de la icónica banda de post-rock independiente originaria de Chicago, The Sea and Cake para ser testigos de su post rock de carácter sofisticado, minimalista, simétrico que les ha valido adjetivos como un fresco cocktail kraut pop de cualidad brillante y con una buena vibra
De regreso al escenario electrónico, llegó el turno de Byetone, alter ego de Olaf Bender, el alma máter del sello Raster Noton y que ofreció un techno de manera precisa, lleno de cortes flexibles que pegan duro en el cuerpo y que provocan cambios de un simbolismo de modernidad a través de una estética minimalista visual que es brutal.
Igualmente en tiempo conforme a la programación, llegó el turno para Bush Tetras, banda estadounidense post-punk originaria de Nueva York quien se encuentra en plena celebración de 40 años de punk off-beat en NRMAL 2020, su primera vez en México donde dejaron claro sus posturas tanto políticas como feministas, dejando mensajes muy importantes para las mujeres, a propósito de los tiempos que vivimos, donde el más importante tal vez sea que nadie les puede decir qué o que no hacer.
Luego de que la edición pasada se cumplieran 10 años de ser una alternativa musical diferente para la Ciudad de México, la curaduría y organización del Nrmal 2020, apostó nuevamente por un solo día de actividades, apostando por una experiencia más cálida, personal y menos masiva, donde se programaron actos representativos de la escena underground dando espacio a proyectos de casa, tres de los once actos que se presentaron fueron mexicanos, demostrando que están para cosas grandes, siguiendo por la misma línea de la diversidad sonora que nos definen y nos deconstruyen gracias a este tipo de esfuerzos.
¡Enhorabuena!