El vínculo con nuestro país es innegable…
Fotos: Selene Ortiz Tolentino / OCESA
Texto: Bernardo Ameneyro | @nayoameneyro
Con excelente humor y notablemente emocionado por la recepción del público que ha cosechado fans desde su primer disco como solista Insurgentes, el músico inglés Steven Wilson regresó a nuestro país para presentar su más reciente producción Hand. Cannot. Erase en un El Plaza Condesa lleno para cumplir con el primero de dos compromisos.
Apoyado con material audiovisual que lograron contextualizarnos en el ambiente en el que fue inspirado el cuarto álbum de estudio del compositor y cantautor inglés que como muchos se conmovió con la triste historia de Joyce Carol Vincent que murió sola en su apartamento de Londres, Inglaterra y fue encontrada tres años después.
El proceso de sublimación de Steven Wilson terminó en un disco que retrata la soledad, la falta de empatía y nuestra deteriorada capacidad para tener relaciones interpersonales, la cotidianidad virtualizada, la melancolía, la tristeza y nostalgia de lo que pudo ser. Un disco conceptual de esos que ya no son tan comunes y hablan de lo que ocurre a nuestro alrededor y critica nuestra cada vez más deteriorada capacidad de asombro y de ser conmovidos, la música es como siempre el mejor camino, queda en cada uno de nosotros hacer acto de conciencia y acercarnos a los que nos son completamente ajenos en éste momento.
Así, con más de 3 décadas de trayectoria, el traga años Steven Wilson dio cátedra de lo que significa hacer progresiones con una ejecución y sonido impecables de principio a fin, el ensamble de músicos que lo acompañaron, como era de esperarse rifaron en todo momento no sólo en los detalles ponchados con riffs poderosos, sino en lo colectivo, “Hand. Cannot. Erase” es una obra de arte que tiene que ser escuchado de principio a fin por lo que nos puede significar, y conmover, justo lo que se necesita para ser un mejor vecino, una mejor pareja, mejor padre, hermano y/o perfecto desconocido, un disco que nos acerca y nos complementa.
El orden del set list como era de esperarse correspondió al presentado en físico y digital con el lanzamiento de su álbum con un par de tandas de temas harto reconocidos por el respetable…
“First Regret”, “3 years older”, “Hand Cannot Erase”, “Perfect Life”, “Routine”, “Home Invasión”, “Regret”.
Para la segunda tanda, Steven Wilson decidió recordar viejos tiempos de su paso por la banda Porcupine Tree: “Lazarus” y claro no podía faltar algo de su primera placa:“Harmony Korine” del álbum Insurgentes, nombrado así por nuestra afamada y contaminada avenida.
Luego de preguntar quienes iban a dobletear y asistir el sábado 16 de mayo, Steven Wilson se echó la única excepción del programa interpretando “Thank You” en formato acústico (guitarra y teclado) un cover de la reina Alanis Morissette ¿se acuerdan? una verdadera joya.
Para terminar con los temas del Hand. Cannot. Erase, una última tanda antes del espectacular cierre: “Ancestral”, “Happy Returns”, “Ascendant Her On…”.
Tras una introducción con imágenes de relojes antiguos, el tema “The Watchmaker” comenzó mientras descendía un el telón blanco semi transparente, continuaron con “Sleep Together” otro recuerdo de su paso por la banda Porcupine Tree.
Con los ánimos a tope , el recital terminó con “The Raven Thats Refused to Sing” tema que dio el nombre del disco anterior: The Raven that Refused to Sing (And Other Stories).
Gran concierto con audio espectacular, atascado, potente, nítido, de ése que te hace sentir vibraciones en el estómago…
Compren el vinil, cuesta 18 Euros que siendo sinceros es mejor que gastarlo en chelas o en cosas igual de ordinarias o banales.