Presentación del álbum “The Far Field”…
Texto: Hugo Enrique Pérez Castro | @SoyZurdoDePie
Fotos: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#FutureIslandsMx
Cielo nublado con el chipi chipi habitual de una tarde de primavera en la ahora rosada, multada y cada vez más contaminada Ciudad de México que a pesar de sobrellevar la vergüenza obvia que provoca una campaña electoral, cuenta con eventos de carácter cultural maravillosos y la noche del pasado jueves 3 de mayo no fue la excepción.
La banda indie de pop electrónico estadounidense Future Islands, ofreció un conciertazo en El Plaza Condesa, so pretexto de cumplir con el protocolo promocional de presentar en directo temas de su más reciente producción: “The Far Field”.
El encargado de saludar en primera instancia al respetable fue Wet Baes, quien cumplió junto al ensamble de músicos que lo acompañan con una buena presentación ante un público receptivo que obviamente gusta del synth pop y todo lo que tenga que ver con lo hecho en la década de los 80.
Luego de una pausa para que el staff técnico pusiera todo al tiro para recibir a Samuel T. Herring, William Cashion y al maestro Gerrit Welmers, el venue de la colonia Condesa confirmaba el entradón que se esperaba con melómanos dispuestos a bailar y cantar los temas de su quinta producción, así como un buen repaso de los temas que posicionaron la banda conformada a principios de siglo (2003) en Greenville, Carolina del Norte y que actualmente radica en Baltimore.
Así, con un setlist balanceado, el maestro y voz del trío indie y synth pop, Samuel T. Herring, volvió a dar cátedra de lo que se necesita para llenar cada centímetro cuadrado del escenario mientras interpretaba temas como: “Back In The Tall Grass”, “Beauty on the road”, “Ran”, “Dream”, “Time on her side”, “Walking”, “Long flight”, “Sun”, “Chase”, “Balance”, “Bridge”, “Cave”, “Through the roses”, “Grandfathers”, “Ancient water”, “North Star”, “Seasons”, “Tin man” y “Spirit”.
Presentación redonda de una banda que entiende el pulso y se suma a la dinámica de un público que por momentos dejaba de lado sus celulares para presenciar un performance por emocional de una banda amante de la vieja escuela y que rescata elementos de música electrónica del siglo pasado con una base pop fina, pegajosa y harto amable para coquetear con ritmos más recientes que nos llegan de manera irremediable.