Más sabe el Diablo por Viejo que por Diablo…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel.
twitter: @nayoameneyro
La noche del viernes 18 de abril dio inicio la cortísima temporada de Rock & Blues en el Teatro Blanquita con un cartel de lujo, integrado por el maestro Javier Batiz y Baby Batiz, Tex Tex y Danz*K, quienes volvieron a la catedral de la música hecha en nuestro idioma para dar cátedra de cómo nació el género que subvirtió a toda una generación con temas de amor y paz donde los artífices de este mensaje encontraron el balance perfecto al tomar lo mejor del Blues, Country, Rythm & Blues y el Jazz.
Es la vieja escuela chavitos, -esa a ala que le deben y muchos desconocen- el sentido festivo de subirse a un escenario para expresar lo que les plazca pues ellos ganaron ese derecho con sangre sudor y lágrimas, de ahí la importancia de que el Teatro Blanquita, foro emblemático por su historia se haya dado a la tarea de premiar y provocar que cosechen lo que con tanto esfuerzo y sacrificio han sembrado durante décadas estos artistas orgullosamente mexicanos a los que se les puede y debe, exigir que nos sigan poniendo el ejemplo.
Danz*K
Los encargados de saludar al público fue Danz*K, la banda de origen mexiquense con un divertido estilo musical con fuertes raíces de Reggae, tuvieron una brevísima pero buena presentación, dejando a todos con ganas de más, pudimos reconocer un par de temas: “Natural” y “Falsedad”, si a ti te pasó como a nosotros te invitamos a que busques su disco Emociones, mientras puedes leer la entrevista que les hicimos hace un ratito.
Tex Tex
Con más de 200 canciones grabadas en 19 álbumes vigentes y con 28 años de rockanroleando a cuestas, los muñecos Lalo, Chucho y Paco, importados de mismísimo Texcoco, Texcoco, saludaron al respetable con el buen humor que los caracteriza y rodeados de hartos amigos talentosos arriba del escenario, saludaron al respetable con temas añejos y otros de reciente manufactura mientras arrancaban suspiros a diestra y siniestra de las damitas presentes pues muñecos como esos no se ven todos los días…
Los temas elegidos para agasajar a sus fieles seguidores fueron: “Toque mágico”, “El hijo desobediente”, “Canción de desamor” rola dedicada a todo el viejerío culpable de que nos emborrachemos ante sus desprecios… “Asesinos del rock” pa’ que no se nos olvide que el rock and roll es una forma de revolución…
Poker de clàsicos de la banda para cerrar: “Me dijiste”, “El Bailable / Cerro de la silla”, “Te vas a acordar de mi”, “Estaba loco”.
Javier Batiz
Llego el turno de que el maestro saludara a quienes pacientes esperamos para ser testigos de la historia de uno de los grandes, nada más y nada menos del precursor de este género de música maravilloso, nacido en Tijuana y que como polvorín se esparció por todo el continente.
Así con su inseparable guitarra blanca hizo justo lo que se debe hacer, se acerco al público para que terminaran de bajar de guardia y conectara de manera literal con el respetable que ansioso esperaba a que llegara cerca de su butaca para poder tomarse una foto.
De regreso en el escenario el maestro batiz se sentò en su teclado para abrir con un blues sabroso, era solo el preámbulo para recordar a los inmortales Little Richard y Larry Williams con “Lucílle” y “Bony Maronie”.
“Si estuvieras aquí”. La guitarra parece que habla… seguro la expresión la conocen, pero es real, tienen que vivirlo
Tras unas pequeñas fallas técnicas… “La Montaña”.
Ya con el público de nuevo en la bolsa, salió Baby Batiz para dar cátedra de interpretación vocal… “Tu serás mi baby” y “Me gusta más el rock”.
Llego el momento para echar el palomazo con los de Danz*K con uno de los mejores momentos de la noche: “Gloria”. Las percusiones y ver a los muñecos de Tex Tex haciendo de coros fueron un agasajo.
Justo cuando no sabíamos ni para donde voltear ya que había demasiados estímulos visuales y sonoros arriba del escenario llegó el momento de reconocer la carrera del maestro Javier Batiz con la entrega Premios Internacionales Gaviota que recibió gustozo.
Cerraron con dos temas harto sentidos: “En un instante” y “Fue solo un sueño”, prácticamente interpretada a dúo con su esposa.
Harto divertido, sentido, inspirador y que nos lleva a una simple reflexión: para hacer rock no es necesario una gran producción ni tener grandes capitales que respalden una producción fastuosa que apueste por la tecnología y la teatralidad antes que por la música, a eso le apuestan las bandas que hoy comienzan su historia, lamentablemente se ha desvirtuado el principio básico de hacer música en el camino, la pregunta es ¿Porqué? ;¿Porque Javier Batiz no toca a cada rato en el D.F. o demás ciudades?; ¿Porque hay que ir hasta Tijuana para ir a aprender de rock?; ¿Porqué ya no hay bandas de la vieja escuela con mensajes de esencia subversiva que hablaban de amor?
Creo que porque dejaron de escucharlas…
Vaya pues un sentido jalón de greñas para esos chavitos que creen que encabezan una revolución detrás de una guitarra eléctrica de última generación con más de cinco pedales, utilizados más como accesorios que como elementos de su propuesta con alguna coherencia ya que se preocupan más por su imagen o las gafas a presumir ¡o mejor aun! por como interactuar de manera impersonal a través de las plataformas digitales, antes que por comunicar algo que salga de las vísceras o el corazón, no se les olvide que la música buena, esa que ha durado más de 50 años y sigue poniendo el ejemplo, fue hecha con los huevos.
¡Arriba Tijuana!, ¡Arriba Texcoco!, ¡Arriba Atizapán!, ¡Baby Batiz Te Amo!