Bunbury y México, una historia de amor sin mesura ni fin…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#Bunbury
La noche del pasado sábado 8 de junio, se concretó el regreso triunfal de Enrique Bunbury a Ciudad de México, en medio de un atisbo de lluvia que refrescó la temperatura en la colonia Granjas México, decenas de miles de sonrientes personas, ya fuera en solitario, en pareja, en familia o en grupos de amigos, aforaron la totalidad del Autódromo Hermanos Rodríguez que recibió 65,000 almas buenas, amorosas, roqueras; sobrevivientes de un período electoral donde el circunloquio se hizo presente por ser el producto más barato de la temporada por su cualidad y claro, absoluto derecho a hacernos perder el tiempo con un cantinfleo de estulticia inaudita, donde las, los y lEs protagonistas “políticos”, exhibieron lo que son y lo que les importamos; por fortuna y Gracias a Dios, el encargo popular fue contundente, dejando estupefactos a los necios, corruptos y sin imaginación; adelantando un panorama ciertamente esperanzador con la elección de la primera presidenta en nuestro país.
¿La cura?… Pues precisamente lo contrario al rodeo de palabras: la certeza lingüística que empodera y revaloriza nuestro hermoso lenguaje con la programación seis “shows únicos” en 2024 donde después de un chingado sustote, Enrique Bunbury, logró librar el tema de salud, provocado por el chingado humo ese que echan en el escenario, poniendo en riesgo su carrera musical, llegando a declarar que: “Fue traumático pensar que nunca iba a poder subirme otra vez a un escenario durante un año. Pensé que esa sería mi realidad, que era el final de mi carrera y que tendría que dedicarme a otras posibilidades. Afortunadamente encontramos las respuestas. He podido regresar con mucha cautela”
Y bueno, como es bonita costumbre las presentaciones del zaragozano son multitudinarias por decirlo suavecito, pero esque reunir decenas de miles de almas que colgaron el letrerito de Localidades Agotadas, hace meses, fue nueva prueba inequívoca del amor que el público mexicano tiene con el cantante, compositor, músico y productor que cuenta con 35 años de carrera musical en su haber.
El Setlist elegido para la noche estuvo harto balanceado para tratar de darle gusto un público respetable diverso por la cualidad trasgeneracional que provoca Enrique Bunbury en los altavoces caseros: “Los Términos De Mi Rendición”, “Nuestros Mundos No Obedecen A Tus Mapas”, “Cuna De Caín”, “Despierta”, “Hombre De Acción”, “El Rescate”, “Cualquiera En Su Sano Juicio” (Se Habría Vuelto Loco Por Ti), “Invulnerables”.
Basta con analizar un par de minutos al respetable para jugarle al especialista demográfico y volver a asegurar que lo mismo lo escucha quienes tuvimos la fortuna de haber disfrutado de un Mundo análogo donde el reconocimiento de un gran tema en el acto en Vivo se hacia mediante un encendedor, cosa que ahora hasta lo prohíben, pero nadie dice nada del uso indiscriminado de los celulares que estorban la vista del mismo respetable que colecciona miles de videos de pésima calidad que en palabras del zaragonés, sirve “para enseñárselo a su prima o a subirlo a internet”, en fin, cada quien sus gustos y su derecho irremediable de taparle la visión al compañero de atrás y así X 60 mil…
El experimentado ensamble de músicos arriba del escenario dieron cuenta de los esfuerzos del zaragones a quien se le vio muy conmovido la mayor parte del tiempo que estuvo arriba del escenario, lo que a la distancia, pensamos, podría significar que ahora valora mucho estos momentos, a pesar de que se cuentan por miles: “Más Alto Que Nosotros Sólo El Cielo”, “Que Tengas Suertecita”, “Alaska”, “El Extranjero”, “Desaparecer”, “La Actitud Correcta”, “Apuesta Por El Rock ‘N’ Roll”, que en mi humilde opinión fue el mejor ejecutado de la noche; “Porque Las Cosas Cambian”, “De Todo El Mundo”, ovación apabullante para los primeros acordes de “Entre Dos Tierras” (Cover de Héroes Del Silencio), “Sí” y nuestro tema favorito, siempre: “Lady Blue”.
Luego del entretiempo que anuncia formalmente la última etapa de cualqueir recital, Enrique Bunbury, volvió al escenario con sus extraordinarios aliados para ofrecer cinco temas más al público respetable: “Parecemos Tontos”, “Infinito”, “Maldito Duende” (Cover de Héroes Del Silencio), “La Constante”, “…Y Al Final”.
