El compromiso por el rock…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel
twitter: @nayoameneyro
Luego del debut de la banda de rock alternativo Roboto, encargados de dar la bienvenida a la fiesta de Mercado Negro de Ibero 90.9 FM, celebrada en el Multiforo Urbano Bajo Circuito, llegó el turno de escuchar a Miró, banda de rock encabezada por Damián (Batería) y Cuceb (voz y guitarra), que con apenas 5 años de historia se han logrado ganar un lugar para comenzar la pesada cuesta arriba de lo que e refiere a la carrera de una banda que hace ruido, bastante bueno y digerible por cierto con melodías agradables, de esas que dan ganas de aprenderse para cantarlas a todo pulmón, bailar y brindar con quien se deje durante toda la noche.
Con detalles ponchados, bien ejecutados y una buena interacción con el público, los temas de Miró me remontan a una edad de descubrimiento y aprendizaje, los pinches 20 que extraño tanto, donde aprendemos hacer amigos y también a perderlos, nos enamoramos a lo pendejo y descubrimos el valor de encontrar a las personas indicadas en un estadio de ingenuidad absoluta; los temas elegidos para su presentación incluyeron temas harto aplaudidos, coreados y bailados así como un pequeño atisbo de lo que están trabajando actualmente:
“Luz”, “Lágrimas”, “Paso Al Aire”, “Trozos”, “Lunas Exactas”, “Secretos”, “Ando Perdido”, “En Un Segundo”, “Balas” y claro “Aférrate”, la misma que nos hizo voltear a ver desde la primera vez a estos compas respetuosos, agradecidos y bien entendidos de la responsabilidad de hacer pasar un buen rato a la raza.
Apolo
Después de volverlos a escuchar, vimos un gran avance, podemos decir que son una banda con el balance adecuado entre una banda revival y lo que ahora conocemos como una banda de rock; antes de enlistar cualquier adjetivo nos gustaría que son para quienes no los conocen como un proyecto honesto en el sentido que hacen música que en primer lugar le debe gustar a ellos y si gusta abajo del escenario pues chingón.
También digo honesto porque la química, carnalismo, respeto, apoyo y compromiso entre los cuatro compas de cabellos rizados es evidente, no es cosa común escuchar armonías donde los riffs graves y agudos no se conformen con “acompañar”, “revestir” a su front men; ni madres estos güeyes se reconocen como parte de un todo, no le juegan a verse bonitos, están como pocos, comprometidos con echar abajo el foro en turno.
La batería de Iván Almanza es la encargada del ritmo, de marcar el tiempo y el enlace entre guitarra y bajo para dejar claro la sucesión de cada elemento -ponchado o no- que hace valorar mejor lo hecho ¿o debo decir propuesto? por Santiago Villalba en el bajo que no sólo se preocupa por marcar junto con la batería el tiempo aparentemente desmadroso pero que en realidad es obsesivo y milimétrico, el güey provoca, empuja la melodía a un punto que no hay manera de regresar, cosa perfectamente entendida por Iván Sotelo que rifa muy cabrón en una guitarra de reminiscencia a un rock and roll añejo con cláusulas y pausas que suman o casi podemos apostar -habría que preguntarles- son la composición misma, los riffs ocupan toda la concentración del carnal que no ve otra cosa que no sea su instrumento, alza la mirada sólo para comunicarse con sus compañeros, es el tipo de del ceño serio que complementa la motivación que Albar Alcantar (vocalista) termina de concretar; su posición al frente del escenario le refiere otra tarea muy importante en lo que al accionar de la banda se refiere: el contacto y comunicación con el público, les grita, brinda con ellos, se baja del escenario para bailar y sumarse al slam improvisado donde también vemos chicas impetuosas que no se conforman con sabrosear a estos cuatro sino que les regresan los gritos, exigen y también provocan mayor interacción.
Ya nos anda por entrevistarlos y saber la relación entre los títulos de sus canciones y la literatura…
Los temas elegidos para reventar con el público de La Condesa incluyeron temas de reciente manufactura donde metió su cucharota el buen Omar Rodriguez López (Mars Volta y Antemasque): “Jam”, “Júpiter”, “Lobo Estepario”, “Guajura”, “Siddhartha”, “El Pensador”, “Loco”, “Trinchera”, “Cotard”, “La Noche”.
En general muy chingón, se nota el compromiso por revitalizar, proponer y valorar el rock nacional, y pos sí mis cabroncitos, ¡Arriba Chihuahua!
¡Pónganse truchas con el nuevo disco!
¡Apoya el talento nacional!