Fiesta de la memoria y la alegre rebeldía…
por: Bertha y Nayo @nayoameneyro
FOTOS CORTESIA CESAR VICUÑA
#LaMaldita30
La noche del pasado sábado 27 de junio se llevó a cabo una fecha más de la gira de 30 Años de Paz y Baile de La Maldita Vecindad y Los Hijos del 5to Patio, banda integrada por Roco Pachukote, Pato, Aldo y Sax, quienes se presentaron ante 15 mil personas en el Palacio de los Deportes para llevar un mensaje de paz, libertad, unión, tolerancia y respeto en un concierto donde contaron con invitados de lujo: Desorden Público, otra banda precursora del ska latinoamericano que también apagó 30 velitas en su pastelote para celebrar en gran pachanga de corte latinoamericano la fiesta de la inclusión y la alegre rebeldía.
Los primeros en saludar al respetable que se fue dando cita en el recinto de la colonia Granjas fueron los también treintañeros venezolanos de Desorden Público, que agasajaron a todos los carnalitos que llegaron temprano para empezar el festejo con una de las bandas de ska más representativas de la hermana República Bolivariana de Venezuela con quienes desafortunadamente compartimos problemas de carácter social como la injusticia, la manipulación y los poderes fácticos que por lo regular completan la fórmula fatídica con los burócratas carentes de empatía de los ciudadanos de a pie que aprendimos a la mala y ahora alzamos la voz con temas como “Todo está muy normal” y “Valle de balas” que retratan la realidad de los pueblos latinos que luchan y hacen frente a los ojetes en el poder y sus balas, su corrupción, su impunidad y la represión con música y baile.
Luego de una breve pausa gracias al trabajo e los instrumentistas y staff de Maldita Vecindad y Los Hijos del 5to Patio, la imagen transmitida a través de las pantallas gigantes colocadas al fondo y costado del escenario anunciaron la entrada triunfal de la banda que llegaba en el famoso Cocodrilo, auto que ha acompañado a la banda en su largo trayecto, una reminiscencia del México de la década de los 50 donde los taxis fueron apodados así por el ingenio colectivo por el color verde musgo la parte alta y negro de la mitad hacia abajo, con una cinta de dientes a todo lo largo y ancho, por eso lo de cocodrilos…
Eran los carnales que hemos seguido desde su aparición a mediados de la década de los 80, ataviados de una moda clásica, pachucos por donde los vieran, muy elegantes y de melenas relamidas, Roco, Pato, Aldo y Sax llegaron con el excelente humor que les caracteriza para celebrar el largo trayecto que los trajo hasta ahí, son 30 años, se dice rápido pero muchas cosas han pasado las semillas ahora han dado grandes cosechas y la conexión con la Madre Tierra dadora de vida ha echado raíces fuertes donde cientos de miles nos hemos sumado para ser parte del movimiento cultural al cual se han sumado muchas manos y que por fortuna tiene harta vida por delante, y así lo demostraron desde el principio de su presentación, “Solin”, “Pata de Perro”, “Bailando”, “Apañón”, “Quinto Patio Ska”, “Ya lo Pasado Pasado” (del maestro José José), “Un gran Circo” y “Don Palabras”, dedicada a la memoria de dos grandes mentes revolucionarias que retrataron la realidad en Latinoamérica con su peculiar estilo: Carlos Monsivais y Eduardo Galeano.
Son himnos de las calles de nuestra ciudad y sus personajes, cada uno con su historia y grandes capacidades para reinventarse y subsistir. Es el discurso de lo oprimidos, de alegre rebeldía donde logramos encontrar en el baile donde damos cuenta que somos la misma cosa y lo que le afecta a una mujer asesinada en Tlataya, la familia que llora sus muertos en Aguas Blancas o los pies descalzos llenos de sangre que siguen en busca de justicia por los caídos en Acteal; somos la mujer que sufre de violencia de género, los niños y ancianos que mueren calcinados y claro somos lo mismo que un estudiante normalista de la rural de Ayotzinapa, a los que hay que seguir buscando y hacerle saber a los ojetes asesinos que sabemos lo que hicimos, que no nos cansamos y que no les vamos a permitir que se sigan creyendo más importantes de los que estamos acá abajo, a pesar de que piensen que no tenemos voz.
“El País de no pasa nada” con el atento señalamiento que hay medios que manipulan la realidad y lejos de ser reclamo, informarles que los que sí estamos viendo que México se mueve y despierta a través de su cultura, en especial su música.
Del disco Baile de Máscaras del 96 inspirado en la búsqueda de autonomía y donde no caben más palabras “Lamento” en memoria de lo ocurrido con la desaparición de los 43 normalistas, los asesinados en Acteal, Aguas Blancas y tantas otras atrocidades cometidas por la falta de justicia imperante en nuestro país por un puñado de enfermos a los que no les importamos y a quienes hay que demostrar con actos de paz y esperanza que no vamos a permitirlo de nuevo.
Momento de una breve pausa y exhibir material audiovisual a través de , aportación de cartones que retratan las calles de nuestro México lleno de color que contextualizan los personajes y con ellos cada una de sus historias que enriquecen la historia de todos.
Para el segundo acto se rifaron un set acústico dedicado a los músicos callejeros y de la música del corazón, en compañía del maestro Patricio Hidalgo, los temas “Tejedor de Historias”, “El Barzón”, “Ojos Negros”, sirvieron de respiro para recordar un México que todavía existe en nuestro ADN.
En la segunda pausa se llevó a cabo un homenaje al pachucho mayor Germán Valdez Tin Tan, el rey del Barrio… Comenzaba la recta final del concierto, continuaba la descarga de adrenalina y también continuaron los mensajes de protesta y alegre rebeldía: “Mojado”, “Morenaza”, “Rafael”, dedicada para todos los hermanos y hermanas que encuentran en el amor la solución a la intolerancia y la ignorancia donde se emitió un muy sentido y quizá el mejor mensaje de la noche, muy inteligente al no etiquetar pues la fiesta es de todos, es música incluyente y poco o nada interesa con quién decidas pasar tu tiempo ya que lo que importa es el amor.
Con Desorden Público un tema nuevo… “Maldito Desorden” fiestota arriba del escenario donde los venezolanos dejaron lo poco que les quedaba de energía con un tema bien presentado, bailable de principio a fin y con detalles ponchados finos que seguro van a tener que grabar en un futuro próximo.
Para la recta final los grandes clásicos: “Un Poco de Sangre”, “Pachuco” y “Kumbala”.
Una gran noche de aniversario donde algunos pensarán que todo está dicho, no lo creemos, nos gusta pensar que nunca se van a hacer viejos y que en realidad todo esta por decir; pocos sembradores de ideas ven crecer sus cosechas año con año, las hectáreas seguirán creciendo gracias a su filosofía de colectividad.