Peter Hook, la luz que sigue iluminando el legado de Joy Division y New Order…
por: Ángel Santillán.
FOTOS CORTESÍA OCESA: Liliana Estrada
El concierto de Peter Hook & The Light en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes de la Ciudad de México fue un evento cargado de historia, energía y emociones profundas. El público mexicano, conocido por su pasión, recibió con entusiasmo a Peter Hook, quien apareció en el escenario con una camiseta distintiva y la actitud desafiante que lo caracteriza.
El concierto fue una especie de viaje en el tiempo, comenzando con una extensa sección dedicada a los éxitos de New Order, incluyendo temas icónicos como “Hurt”, “Crystal” y, por supuesto, “Blue Monday”. Cada canción fue recibida con ovaciones, demostrando el impacto duradero que estas melodías tienen en los fanáticos. El ambiente se transformó después del breve intermedio cuando la banda cambió el set para interpretar canciones de Joy Division. El público pasó de bailar frenéticamente a sumergirse en una atmósfera más oscura e introspectiva, con temas como “Transmission”, “She’s Lost Control” y “Love Will Tear Us Apart”.
Uno de los momentos más destacados de la noche fue cuando Hook interpretó “Atmosphere”, una canción que, con su lenta y poderosa progresión, sumió al Pabellón en una atmósfera de reflexión y emotividad. Los asistentes, muchos de los cuales vestían camisetas con los icónicos gráficos de Joy Division, no pudieron evitar dejarse llevar por la carga emocional que la música de Hook aún tiene.
El setlist fue meticulosamente seleccionado para ofrecer un equilibrio entre los hits de New Order y los clásicos oscuros de Joy Division. Hook, con su bajo característico y su voz grave, lideró la banda con una presencia que recordaba los días de gloria de las bandas originales, pero con un toque personal que solo él podía aportar. Canciones como “Shadowplay” y “Isolation” resonaron con fuerza, mientras que “True Faith” y “Temptation” provocaron euforia entre los asistentes, que no dejaban de bailar y corear.
Además de la música, el ambiente del concierto fue algo a destacar. Los fans, muchos de los cuales nunca tuvieron la oportunidad de ver a Joy Division o New Order en vivo, encontraron en este concierto una especie de catarsis. Fue un encuentro intergeneracional donde la música sirvió como un puente entre el pasado y el presente, recordando a todos los presentes por qué estas canciones siguen siendo tan importantes décadas después de su creación
La energía del evento fue palpable, con intentos de slam y baños de cerveza que añadieron un toque caótico pero apasionado a la experiencia. El concierto culminó de manera emotiva con “Love Will Tear Us Apart”, después de lo cual Peter Hook lanzó su camiseta al público, permaneciendo un momento inmóvil mientras la multitud lo aclamaba.
Este concierto no solo fue una presentación de música en vivo, sino una celebración del legado de dos de las bandas más influyentes en la historia de la música contemporánea. Los asistentes tuvieron la oportunidad única de revivir estos clásicos en un ambiente íntimo y poderoso, dejando claro por qué Peter Hook sigue siendo una figura esencial en la música.